Uno de los templos de Angkor |
Finalizada mi
visita a Vietnam tocada dar el siguiente paso trasladándome a su país vecino
Camboya. Tomé bien temprano un autobús que me llevó desde Ho Chi Minh (Saigón)
hasta la capital de Nom Pen, en unas 6 horas. Posteriormente sigo mi ruta e
invirtiendo un tiempo similar llego hasta Siem Reap, una provincia a unos 300
kilómetros al noroeste del país y donde se encuentran los famosos templos de
Angkor.
Llegué sobre
las 23:00 horas, me fui hasta el centro de la ciudad y busqué el alojamiento
más económico posible. Una Guest House con habitaciones compartidas y que
pagaba 7 dólares la noche. En Camboya casi todos los pagos se realizan en
dólares, los cajeros de hecho no se molestan en dar la moneda local, los rieles, sino que
directamente entrega dólares americanos.
Cuando me
levanté al día siguiente encontré en una mesa del albergue a un grupo de
personas que hablaban en español. Eran unos chicos y chicas colombianos de unos
veintitantos años que viajaban juntos. En la conversación participa Víctor de
Castellón que viaja en solitario por Asia, y tiene una edad aproximada a la
mía. Los dos teníamos pensado ir en
bicicleta para hacer la visita de los templos así que decidimos ir juntos. Es
un paseo de unos 30 kilómetros entre ida, vuelta y visita al recinto
arqueológico.
Los templos de
Angkor se encuentran sobre una superficie de 400 klms. cuadrados y existen más
de 100 por lo que verlos todos es una tarea que requeriría mucho tiempo.
Facilita la labor el hecho de que existan concentrados muchos de ellos en un
espacio más abarcable y que sean los que gozan de más popularidad.
Fueron
erigidos durante los siglos VIII a XV, y permanecieron ocultos siglos entre la
selva hasta que en 1.860 fueron descubiertos por misioneros franceses.
Paseo con la bici
hasta llegar al primero de los templos, se llama Angkor Wat, es bastante
grande, hay que pasar andando, así que dejo la bici en la puerta y camino por
una larga y antigua calzada que viaja a través de un lago antes de entrar al
interior del templo. Está todo construido en piedra de color grisáceo, la lluvia ha ido alimentando el verde moho
que colorea la parte superior de los pétreos adoquines. No parece que hayan
utilizado argamasa para unir los grandes bloques que forman el grandioso
monumento. Veo largos y laberínticos pasillos de columnas con techos bajos.
Camino salvando escalones, torres que se alzan imponentes, me encuentro
absolutamente maravillado.
Por caminos en busca de templos escondidos. |
El hecho de
haber estado ocultos durante siglos han hecho que sobrevivan sin que existan
edificaciones más modernas que adulteren su autenticidad. Así que el entorno es
absolutamente selvático, con árboles gigantes, plantas exuberantes, vida animal
y preciosas flores.
Uno de los
templos que más me impresionó fue el popular Ta Prohm. Algunos templos se han
mimetizado con la naturaleza, pero este es especialmente llamativo. Los gigantes
árboles engullen con sus enormes raíces las grandes piedras del templo formando
un conjunto absolutamente sobrecogedor.
Comunion de naturaleza y espiritu |
Es el segundo
día de la visita y decido volver a ir en bici, hoy también me acompaña Víctor
en la ruta, charlamos y se hace ameno el camino. A medio día la lluvia hace
acto de presencia y aprovechamos para comer en uno de los chiringuitos que los
locales tienen en las inmediaciones. No para durante un par de horas. Muchos
turistas se han ido. Nosotros decidimos seguir viendo templos con las bicis.
Nos adentramos en la selva por un sendero estrecho, el terreno está encharcado
por muchos lugares y las ruedas de la bici, en algunos tramos se hunden en el
barro. La tarde está cayendo y queda poco tiempo de luz. No nos cruzamos con
nadie y empezamos a pensar que nos podríamos perder. Finalmente y cuando ya
quedaba poca luz encontramos uno de estos maravillosos templos entre los
árboles, envuelto entre la niebla y absolutamente solo. El templo no está
reconstruido y debe de tener un aspecto similar al que encontraron sus
descubridores. La escena es absolutamente maravillosa. No es de extrañar que
estos templos hayan inspirado historias, novelas y películas. Y así me sentí yo
en este escenario real de esta película que es la vida en la que yo era el protagonista.
Joan Tom Raider Cascales. Estoy superenganchado a tus videos, y este es espectacular. Mucho cuidado y a seguir disfrutando. Saludos.
ResponderEliminarOle ese Martí… me alegro que te haya gustado y espero que el próximo salga bien. Saludos.
ResponderEliminarHola WillyJuanfra Fog!!M encantan tus videos y m alegra comprobar q stas disfrutando muxisimo dl viaje.Espero q todo t siga yendo tan bien como hasta ahora.Un abrazo.Cuidate
ResponderEliminarHola Nieves. Muchísimas gracias por escribir y que bien que te gusten los vídeos. Comentarios así animan a seguir con esta labor. un abrazo!
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